La calle Santiago conservará el empedrado histórico
de los 50.
Su desgaste es fiel paso del tiempo. El suelo de la calle Santiago –como otros tantos que aún converva el Centro Histórico- es patrimonio de la ciudad, un reclamo para los turistas y un motivo de orgullo para los vecinos de la zona. Nadie lo pone en duda. Por ello, es hablar de levantarlo y generarse una corriente de opiniones a favor de conservar su empedrado original. El último episodio se ha vivido esta semana con el comienzo de las obras de la calle Granada, que renovará el pavimento de esta vía y adyacentes, suscitando el viejo debato sobre si la ciudad debe proteger esos rincones que todavía lucen el enchinado histórico-artístico de los años 50.
La anécdota tiene antecedentes. Ya en 2008 estuvo a punto de desaparecer el mismo tipo de solería en la calle Fresca, pero las presiones de colectivos ciudadanos en defensa del patrimonio consiguieron que finalmente quedara intacto. En este caso, la polémica ha sido más breve aunque ha hecho ruido al extenderse por las redes sociales. Hasta el alcalde, Francisco de la Torre, tuvo que dar en Twitter su palabra de que Urbanismo repondrá el empedrado de la calle Santiago cuando se renueven las tuberías del subsuelo.
“El suelo original está a salvo, que nadie se preocupe porque no se va a perder. De hecho, Urbanismo modificó el proyecto original de las obras para garantizar su conservación”, respondió ayer el concejal Diego Maldonado en referencia a la voz de alarma lanzada desde distintas plataformas (Asociación Centro Histórico, Torre Vigía, Málaga Monumental, etc.). “Somos conscientes de la conveniencia de mantener esa parte de la historia de Málaga y si es necesario levantar la calle para reparar el saneamiento –que aún no es seguro- se repondrán y restaurarán las piezas deterioradas”, aseguro el edil.
Maldonado aclaró que fue el propio Ayuntamiento “el ente que solicitó la conservación de este patrimonio” tras las obras enmarcadas en el Plan Turístico cofinanciado entre la Junta y el Consistorio.
La solería actual representa al símbolo de Santiago a través de una cruz latina que simula una espada con tres flores de lis en los brazos y la empuñadura. El enchinado era hasta los 80 común en muchas calles del Centro y en barrios como el Perchel, la Trinidad o Capuchinos. Su origen se remonta a finales de los años 50 cuando el Ayuntaiento regido por el alcalde García Grana, decoró algunas vías con estas piedras artísticas realizadas por artesanos, rescatando en cierta forma el pavimento que extendieron en la ciudad los romanos y los árabes.
Noemi R. Navas, Diario Sur, 06/04/2012
Una buena noticia!!!
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