Urbanismo rechaza la alegación del nuevo propietario, que tiene hasta febrero para presentar un recurso.
El futuro de Cortijo Jurado sigue en el aire. El cambio de propiedad, con la entrada de Promociones Pantie en lugar del Grupo Miramar, no ha sido suficiente para renovar una licencia de obra que lleva siete años concedida para construir un hotel, pero que acumula cuatro años sin actividad. La Gerencia Municipal de Urbanismo ha desechado la alegación de la nueva propietaria para frenar el proceso de suspensión de la licencia de obra, comenzado en junio de este año.
El delegado municipal de Urbanismo y Vivienda, Diego Maldonado, recordó que la nueva propietaria de Cortijo Jurado €que adquirió en una subasta judicial en agosto€ reclamó la paralización del proceso para suspender la licencia de obra, concedida a Mirador en 2004 y renovada en 2009, pero que lleva cuatro años sin ejecutar.
Maldonado señaló que la continuidad de la licencia «ha sido finalmente rechazada porque la prórroga que dimos en 2009 se terminó sin que se iniciara la obra», no obstante dejó abierta la puerta a que la nueva propietaria justifique su interés por continuar con el proyecto para ofrecer una nueva licencia.
Como paso previo, el delegado municipal de Urbanismo reconoció que Promociones Pantie tiene una última opción, que es presentar un recurso extraordinario contra la caducidad de la actual licencia de obra. Dispone hasta principios de febrero para presentar este recurso, que estudiará Urbanismo para ver si procede mantener la actual licencia de obra o que se conceda una nueva.
Diego Maldonado afirmó que aprecia buena voluntad por parte de la promotora para continuar el proyecto de construcción de un hotel en Cortijo Jurado, pero tendrá que justificar el proyecto, los plazos y la inversión, para asegurar que las obras no se vuelvan a paralizar.
Como primer paso, Promociones Pantie está acometiendo los primeros trabajos para mantener y consolidar el edificio histórico y la estructura que se había construido antes de la paralización de los trabajos. Estos llevaban cuatro años a la intemperie y la Gerencia de Urbanismo emitió una orden a la nueva propietaria para que asumiera su deber de conservación, ante el peligro de ruina que sufría el antiguo caserón.
Descartan la expropiación
Independientemente de que Promociones Pantie consiga mantener la licencia de obra o tenga que presentar un nuevo proyecto para obtener un permiso nuevo, la Gerencia de Urbanismo ha descartado expropiar el edificio, que era una de las opciones que mantenía tras el inicio del proceso para anular la licencia de obra.
«Ellos han manifestado explícitamente su interés por seguir con el proyecto y no tiene sentido una expropiación cuando quieren continuar con la construcción del hotel», apuntó Diego Maldonado.
En todo caso, el Cortijo Jurado no cambiará de destino, ya que está calificado como suelo de uso hotelero y la intención de Urbanismo es que se mantenga este destino. Tanto si se aprueba la viabilidad de la actual licencia como si se concede una nueva, el proyecto se deberá ajustar a las especificaciones previstas para este edificio histórico y su entorno.
El proyecto del Cortijo Jurado que inició el Grupo Mirador en 2005 incluía la rehabilitación del edificio histórico y la construcción de un edificio anexo para un hotel de cuatro estrellas, con 200 habitaciones.
Del siglo XIX al abandono actual
El Cortijo Jurado es uno de los palacetes que la burguesía malagueña construyó en el siglo XIX en Campanillas. El origen de este edificio está en los Grund, que lo construyeron en la segunda mitad del siglo XIX con una arquitectura de influencia británica. El edificio pasó a manos de Miguel Serra en los años 20 y luego pasó a la familia Quesada. En los años 60 se mantenía en buen estado, sin embargo, en los 80 empezó a decaer su estado. Su abandono y las leyendas de fantasmas, que lo hicieron muy conocido y visitado en la última década, precipitaron su saqueo. El Grupo Mirador lo compró para convertirlo en hotel, iniciando las obras en 2005 y parándolas en 2007. En agosto pasó a manos de Promociones Pantie como pago de una deudas de 3,7 millones de euros.
Miguel Ferrary, La Opinión de Málaga, 27/12/2011
El futuro de Cortijo Jurado sigue en el aire. El cambio de propiedad, con la entrada de Promociones Pantie en lugar del Grupo Miramar, no ha sido suficiente para renovar una licencia de obra que lleva siete años concedida para construir un hotel, pero que acumula cuatro años sin actividad. La Gerencia Municipal de Urbanismo ha desechado la alegación de la nueva propietaria para frenar el proceso de suspensión de la licencia de obra, comenzado en junio de este año.
El delegado municipal de Urbanismo y Vivienda, Diego Maldonado, recordó que la nueva propietaria de Cortijo Jurado €que adquirió en una subasta judicial en agosto€ reclamó la paralización del proceso para suspender la licencia de obra, concedida a Mirador en 2004 y renovada en 2009, pero que lleva cuatro años sin ejecutar.
Maldonado señaló que la continuidad de la licencia «ha sido finalmente rechazada porque la prórroga que dimos en 2009 se terminó sin que se iniciara la obra», no obstante dejó abierta la puerta a que la nueva propietaria justifique su interés por continuar con el proyecto para ofrecer una nueva licencia.
Como paso previo, el delegado municipal de Urbanismo reconoció que Promociones Pantie tiene una última opción, que es presentar un recurso extraordinario contra la caducidad de la actual licencia de obra. Dispone hasta principios de febrero para presentar este recurso, que estudiará Urbanismo para ver si procede mantener la actual licencia de obra o que se conceda una nueva.
Diego Maldonado afirmó que aprecia buena voluntad por parte de la promotora para continuar el proyecto de construcción de un hotel en Cortijo Jurado, pero tendrá que justificar el proyecto, los plazos y la inversión, para asegurar que las obras no se vuelvan a paralizar.
Como primer paso, Promociones Pantie está acometiendo los primeros trabajos para mantener y consolidar el edificio histórico y la estructura que se había construido antes de la paralización de los trabajos. Estos llevaban cuatro años a la intemperie y la Gerencia de Urbanismo emitió una orden a la nueva propietaria para que asumiera su deber de conservación, ante el peligro de ruina que sufría el antiguo caserón.
Descartan la expropiación
Independientemente de que Promociones Pantie consiga mantener la licencia de obra o tenga que presentar un nuevo proyecto para obtener un permiso nuevo, la Gerencia de Urbanismo ha descartado expropiar el edificio, que era una de las opciones que mantenía tras el inicio del proceso para anular la licencia de obra.
«Ellos han manifestado explícitamente su interés por seguir con el proyecto y no tiene sentido una expropiación cuando quieren continuar con la construcción del hotel», apuntó Diego Maldonado.
En todo caso, el Cortijo Jurado no cambiará de destino, ya que está calificado como suelo de uso hotelero y la intención de Urbanismo es que se mantenga este destino. Tanto si se aprueba la viabilidad de la actual licencia como si se concede una nueva, el proyecto se deberá ajustar a las especificaciones previstas para este edificio histórico y su entorno.
El proyecto del Cortijo Jurado que inició el Grupo Mirador en 2005 incluía la rehabilitación del edificio histórico y la construcción de un edificio anexo para un hotel de cuatro estrellas, con 200 habitaciones.
Del siglo XIX al abandono actual
El Cortijo Jurado es uno de los palacetes que la burguesía malagueña construyó en el siglo XIX en Campanillas. El origen de este edificio está en los Grund, que lo construyeron en la segunda mitad del siglo XIX con una arquitectura de influencia británica. El edificio pasó a manos de Miguel Serra en los años 20 y luego pasó a la familia Quesada. En los años 60 se mantenía en buen estado, sin embargo, en los 80 empezó a decaer su estado. Su abandono y las leyendas de fantasmas, que lo hicieron muy conocido y visitado en la última década, precipitaron su saqueo. El Grupo Mirador lo compró para convertirlo en hotel, iniciando las obras en 2005 y parándolas en 2007. En agosto pasó a manos de Promociones Pantie como pago de una deudas de 3,7 millones de euros.