jueves, 14 de noviembre de 2013

Inminente desaparición del famoso jardín del Barrilito


"Y puede que algún día los que rijan la Ciudad piensen que este no es sitio para árboles, flores y poetas...". Alfonso Canales, 2001



Estas proféticas palabras las pronunció el poeta durante el acto de inauguración de la plaza que lleva su nombre, en el jardín del Barrilito.

 Apertura de zanjas junto al Barrilito sin la supervisión de ningún especialista. El daño a su sistema radicular podría ser irreversible.
 
El jardín del Barrilito, conocido oficialmente como plaza del poeta Alfonso Canales, es un jardincito romántico, historicista, de inspiración hispano árabe, que se localiza en la confluencia de la plaza de la Marina con calle Vendeja y Muelle de Heredia. Este rincón, a la vez céntrico y apartado, recibe su nombre popular de un magnífico ejemplar de Chorisia Insignis o Palo Borracho, oriundo de sudamérica, que crece y crece sus anchas desde hace más de medio siglo, para asombro de malagueños y foráneos que cada vez que pasan a su lado lo ven más gordo.

Tiene su origen a finales de los 50, cuando se decidió ambientar el espacio, que tradicionalmente se había usado como almacén portuario en calle Vendeja, pero que la ampliación del puerto dejó en desuso. Debido a sus pequeñas dimensiones, se recurrió a la estética hispano árabe, que tan bien se adapta a nuestro clima y a los espacios limitados como placitas, patios, etc...

Explanada de calle Vendeja, cerca de 1903.

Un pilón barroco, un estanque, setos de arrayanes, naranjos, rosales, albero... Para cualquier entendido en jardinería estamos ante un jardín de tradición hispano árabe, uno de los pocos que nos quedan en Málaga, después del abuso, (durante la burbuja inmobiliaria), del cesped inglés, las palmeras egipcias y los ficus australianos. Para los menos entendidos, pero no por ello carentes de sensibilidad, es simplemente el jardín del Barrilito, uno de los rincones más agradables de la ciudad, donde sentarse un rato al fresco y ver pasar a los viajeros de los autobuses que tienen sus cabeceras en Muelle Heredia.

Un lugar agradable, con una parada de coches de caballos, un pilón con agua cantarina, pájaros, flores y sombra... Esa sombra fresca que tanto se echa en falta en el resto de la ciudad, pero que allí lleva medio siglo inmutable. Incluso en 2009 sobrevivió a la restauración a la que fue sometido a costa del plan E.


Este jardincito es uno de los pocos espacios de Málaga que aún no había sufrido esa fiebre modernizadora, que financiada con dinero público, (ese dinero que no es de nadie pero que sale de nuestros bolsillos), arrasa nuestro patrimonio desde hace décadas. Y no solo eso, sino que borra las nobles huellas dejadas por el tiempo, que le dan a las ciudades su personalidad e idiosincrasia, para sustituirlas por una arquitectura fría y distante, de diseños simplistas y de materiales costosísimos, pero carentes de cualquier belleza, pero eso sí, premiada internacionalmente (aunque nadie sepa ni siquiera escribir los nombres de dichos premios o algún otro premiado distinto a Moneo).

 Pilón barroco recuperado de la demolición de alguna casa del centro histórico.

Para nuestro alcalde, quien es responsable de la demolición de La Coracha, o de la pérdida del 25% de los edificios históricos de la almendra del centro (ahí es nada),  la modernidad viene de la mano de la piqueta, (su guadaña particular). Algo que ya hemos visto en su proyecto estrella, su barrio cultural, su Soho (acrónimo de Solo Hormigón), donde ya lleva demolidos en lo que va de año 3 edificios del XIX y uno del XVIII, este último, junto al jardín.


Además, en el solar del edificio barroco demolido irá un hotel, otro más con fachada moderna y un poco transgresora según su arquitecto. Pero el jardín ya no compagina con tanta modernez, qué lástima. Así que van a arrasarlo para poder construir una zona verde estándar, que bien pudiera estar en Málaga o en Bucarest.

 Proyecto presentado a los medios donde el jardín del Barrilito desaparece para dar paso a una zona verde estándar, tipo minicampo de golf cutre.

Usarán palabros como permeabilidad, movilidad, transición de espacios, conectividad y toda esa jerga modernícola con la que intentan siempre ocultar sus fechorías. Y es que pedirles sensibilidad es como pretender que Atila respete el sembrado.
Inicio de las obras de destrucción del jardín hispano árabe del Barrilito, Málaga.

Pero ya le ha llegado la hora. Paquito Piqueta pretende arrasarlo para convertirlo en algo insulso, anodino, gris, mediocre, más o menos como su propia persona, alguien para quien la historia, la belleza y la sensibilidad de épocas pasadas no vale ni como material de derribo.

 Sin embargo, hay un rayo de esperanza para su salvación. El jardín está incluido, por derecho propio, en la zona de protección BIC centro histórico de Málaga. Así que legalmente está protegido y su alteración puede ser motivo de denuncia por expolio. ¿Lo saben en Urbanismo o todavía andan liados buscando justificar el uso del cemento en la Alcazaba?



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