El proyecto del hotel Moneo lleva años suscitando una encendida polémica entre los defensores de la arquitectura tradicional española, los partidarios de la arquitectura contemporánea y los que se sienten cómodos a medio camino entre ambas opciones.
Nosotros, que defendemos la primera opción, no solo tenemos en cuenta los valores arquitectónicos, monumentales o sentimentales (la mayoría de las veces) de nuestros edificios históricos, sino que aprecia la sensatez, adaptación y uso de materiales (ahora llamados ecológicos) que tan solo ahora empezamos a comprender y valorar. Para nosotros, cada pérdida patrimonial equivale a la quema de un valioso libro que llevaba años olvidado en una estantería.
Para nuestros antagonistas, la arquitectura contemporánea es igual o incluso superior a cualquier arquitectura pasada, lo que la hace no solo apropiada para intervenir en centros históricos, sino que debería ser la única aceptada. Es más, la mayoría de las veces aprovechan para criticar el excesivo proteccionismo de los conjuntos históricos. Y eso que el de Málaga no ocupará más del 5% del total de la ciudad y que en el otro 95% la arquitectura como tal brilla por su ausencia. Pero una buena ubicación es vital para ellos. (Sentimos si hay inexactitud en la definición de los contemporáneos, pero recordad que son nuestros opuestos por lo que en público no podemos echarles flores, hay que guardar las formas).
Entre ambas posturas, existe una infinita gama de grises, tantas como interesados en la materia. Muchos defienden el acople de ambas tendencias, otros se acercan más a una de las dos posturas y algunos se posicionan según de dónde sople el viento.
Tres tendencias que raramente se ponen de acuerdo. Sin embargo, existe una unanimidad de criterio cuando de lo que se trata es de identificar un PASTICHE.
Los pastiches son propios de arquitectos mediocres y de ciudades de segunda. Pero ni Moneo es mediocre, (sino todo un premio Pritzker, o como se diga), ni Málaga es de segunda sino de primera, oe oee.
¿Y a qué viene ahora lo del pastiche? Pues vamos por partes:
DRAE. Pastiche: Imitación o plagio que consiste en tomar determinados elementos característicos de la obra de un artista y combinarlos, de forma que den la impresión de ser una creación independiente.
WIKIPEDIA. Pastiche: El término procede del francés, que a su vez lo tomó del italiano pasticcio, y en su origen se refería a las imitaciones de obras pictóricas tan bien hechas que podían pasar por auténticas.
Y eso justamente es lo que va a hacer Moneo con la Mundial. Tomar elementos característicos de la obra de Strachan (uno de nuestros más insignes arquitectos) para imitarlo. Pero al emplear otra ubicación, (donde las relaciones visuales con la trama urbana, alturas y viales son totalmente distintas), dará la impresión de ser una creación independiente.
La Mundial de Moneo, acaso su última obra, el broche final a su dilatada carrera, será un pastiche en el centro de Málaga. Poco más podemos decir, salvo que cada uno es libre de elegir su epitafio.
_______________________________________________________________________Hoy podemos leer esta noticia en Diario Sur, firmada por su redactor Jesús Hinojosa:
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