Mientras la cerámica dorada malagueña de la época nazarí se expone en museos de medio mundo, el Ayuntamiento y la Delegación de Cultura, con Manuel García a la cabeza, acuerdan sepultar los hornos alfareros donde se producía con la intención de facilitar el aparcamiento a 6 de sus funcionarios. (Torre Vigía)
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El Ayuntamiento alegó que no era compatible con el uso del centro ciudadano que se pretende construir encima, aunque había una propuesta para dejarlos visibles.
Se suponían que los restos de unos hornos musulmanes hallados en una parcela municipal de la calle Dos Aceras del centro de la capital tenían un considerable valor arqueológico. Al menos, según el informe que había realizado Nerea Arqueología, porque ni la Delegación Provincial de Cultura ni el Ayuntamiento de Málaga han considerado que deben ponerse en valor y que puedan ser visitados por los malagueños, sino simplemente que sean protegidos cubriéndolos para conservarlos hasta que vuelvan a ser descubiertos.
La decisión adoptada por la Comisión de Patrimonio y consensuada con la Gerencia Municipal de Urbanismo es que los cuatro hornos de la época nazarí, que formaban parte de un importante centro alfarero de la época, quedará bajo una capa de geotextil y grava en el sótano del centro ciudadano que el Ayuntamiento proyecta en la parcela, para que puedan construirse 6 plazas de aparcamientos.
Cultura obligó al Consistorio malagueño a modificar la cimentación de la planta subterránea donde estaban proyectados 13 aparcamientos y que ya no podrán ser construidos para proteger los hornos. Pero pese a que había una propuesta de algunos técnicos para trasladar parte del horno y exponerlo en la planta baja del nuevo inmueble, finalmente se desechó esa posibilidad.
El delegado provincial de Cultura, Manuel García, justificó la decisión en que el complejo alfarero encontrado "estaba muy deteriorado" y que sólo una parte del núcleo central de los hornos "merecía ser conservado". Aunque también reconoció que el hecho de que se ha apostado por ponerlos en valor es porque "según el proyecto del Ayuntamiento no es compatible con el uso previsto". Es más, García señaló que, la decisión la tomó Cultura "atendiendo a las alegaciones del Consistorio porque el proyecto constructivo del edificio era incompatible con el traslado de los restos a otro punto".
El concejal de Urbanismo, Diego Maldonado, sin embargo, aseguró que el Ayuntamiento "lo único que va a hacer en este caso es seguir las directrices de Cultura que ha considerado que la forma de conservación más oportuna es tapar los hornos".
La postura de ambas administraciones de no querer dejar al descubierto los restos nazaríes está en contraposición con el informe realizado por los arqueólogos durante la excavación y que resaltaba que "los cuatro hornos se han localizado en buen estado de conservación pese a haber sido construidos con adobe". De hecho, el más grande conserva toda la parte de barras, la cámara de cocción con los arranques de arco para las bóvedas que han desaparecido y la cámara de fuego completa, además de otras estructuras asociadas a este complejo alfarero que tuvo una continua actividad entre finales del siglo XIV y principios del siglo XIX.
De momento, la empresa Corsán-Corviám adjudicataria de la obra entregará en dos días al ayuntamiento la modificación que ha realizado en el proyecto inicial relativa a la cimentación y los pilotes del sótano que desaparece, además de haber cambiado la escalera y el ascensor de sitio. Pero si nada lo remedia los hornos volverán bajo tierra.
Málaga Hoy, 30/10/2011
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