La Mundial según el genial arquitecto Luis Ruiz Padrón.
Ya somos 1.500 los ciudadanos que hemos firmado pidiendo a nuestros políticos, tanto del Ayuntamiento como de la Junta de Andalucía, que frenen el pelotazo urbanístico de manual que se ha tramado, durante la última década, en pasillo de Atocha y Hoyo de Esparteros, y que si nadie lo remedia, tendrá su próximo capítulo a finales de septiembre, con la demolición del entrañable edificio conocido como La Mundial.
En un país auténticamente democrático, no haría falta recoger firmas entre los ciudadanos, ya que los propios gobernantes serían los primeros interesados en impedir estas atrocidades (sus cargos dependen directamente de sus electores, sin partidos de por medio). En España, (donde tenemos una democracia de cartón piedra, basada en una partitocracia y amparada bajo una falsa constitución), no solo tenemos que ser los ciudadanos los únicos que nos preocupamos de nuestro patrimonio, sino que además por mucho que pidamos nunca se nos escucha. ¿Para qué? si el político electo, (que no conoce a sus votantes porque no depende de ellos, tan solo del partido), tienen su sillón garantizado durante 4 años, (haga lo que haga), que después ya se encargará el partido de colocarlo.
La batalla por la Mundial no es solo una batalla para salvaguardar nuestro patrimonio, que lo es, sino una batalla para cambiar el modelo de relación entre ciudadanos y gobernantes. Una batalla para ayudar a construir un país mejor y más democrático. Esta es una de las alternativas posibles, la otra es dejar hacer y ver como nos hunden irremisiblemente, cosa que no va con nosotros.
Queremos dar las gracias a todos los que os estáis volcando en la batalla para salvar La Mundial. Nuestra idea como plataforma siempre ha sido la defensa altruista de nuestro patrimonio. Nuestro afán nunca ha sido de protagonismo sino de colaboración, así todo el que ha querido ha podido sumarse, incluso hacer suyas, las causas patrimoniales que defendemos. Y llegados a este punto creo que lo estamos consiguiendo.
Lo dicho, sin vosotros seríamos una asociación cualquiera, apegada a un partido político cualquiera, del que esperar una subvención cualquiera.
Con vosotros somos libres.
Imposible firmar:
ResponderEliminarUh oh.
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