Desde el blog vigía Málaga Duele nos llega esta postal apocalíptica en la que aparece nuestro centenario Morro de Poniente a punto de ser demolido. Por desgracia en esta Málaga que nos ha tocado vivir el patrimonio histórico no es más que un resto despreciable que el tiempo no ha conseguido borrar. Pero para eso ya tenemos a nuestros maravillosos políticos, ellos se encargarán de completar el trabajo.
Es tarea nuestra, de los ciudadanos, valorar, difundir y proteger nuestro propio patrimonio, porque nadie lo hará por nosotros. La cultura de los pueblos está en su capacidad de reconocerse en la historia. Seamos cultos en 2011, por una vez...
¡Salvemos el Morro de Poniente!
Totalmente de acuerdo con todo lo escrito. Seguramente lo cambiarán por uno de hormigón que no durará ni una generación, en lugar de enseñar con orgullo lo que nuestros sabios antepasados fueron capaces de hacer.
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